Con el tiempo, la correa de distribución se desgasta. Gira a una velocidad muy alta y está sometida a un rozamiento constante, además de temperaturas elevadas. El intervalo de mantenimiento recomendado varía entre coches, ya que las correas soportan esfuerzos dispares y su construcción puede variar. Hace años era común que las correas de distribución tuvieran que cambiarse en intervalos inferiores a los 90.000 km. Algunos coches clásicos deportivos, como el Lancia Thema Ferrari 8.32 exigía reemplazar su correa de distribución cada 40.000 km. Hoy en día, el intervalo de cambio recomendado oscila en torno a los 100.000 km.
No obstante, debes consultar el manual de tu coche – o su manual de taller – para saber cuál es el intervalo de mantenimiento de tu correa de distribución, que puede ser diferente entre motorizaciones del mismo modelo de coche. Además de esta sustitución por kilómetros, las correas de distribución pierden propiedades y flexibilidad con la edad. Aunque no se haya alcanzado su límite de kilómetros, deben ser sustituidas por norma general a los 10 años de uso. Estos datos que os ofrecemos no van a misa: insistimos, es tu responsabilidad consultar los intervalos de mantenimiento de la correa de distribución de tu coche.
Igualmente, es recomendable inspeccionar cada cierto tiempo de la correa de distribución. Es importante que tenga una tensión adecuada y un desgaste consistente. Lo contrario sería la evidencia de fallos en las poleas o tensores. Si sometes a tu coche a un esfuerzo elevado y constante – por ejemplo si es un vehículo de reparto, un taxi o eres asiduo a los circuitos – ten en cuenta que la correa de distribución podría tener un desgaste prematuro. En estas situaciones, recomendamos adelantar su reemplazo. Antes de terminar, hemos de hablaros de las correas de distribución bañadas en aceite.